DESDE MÁS ALLÁ DEL SOL
Por: Carlos Ardila.
Amado yo, has de saber, que desde un lugar inmaterial y distante, desde una dimensión espiritual, cuya localización exacta desconocemos, alguien te observa con amor, Él es el Señor y el Creador del universo, su Palabra dice:
«Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos» (Hebreos 1:10).
Él es además nuestro Hacedor, su Palabra dice:
«Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó» (Génesis 1:27).
Él es omnipresente, está cerca de ti y te ve a cada instante, Él es omnisciente, y lo sabe todo acerca de ti, como nadie, seguro aún mejor que tú mismo, Él te conoce y te entiende. Él, un día descendió a nuestra dimensión, y haciéndose hombre, se ofreció a sí mismo por ti en sacrificio, murió por ti en la cruz, fue sepultado y resucitó para regresar a su morada celestial, y su deseo es llevarte un día con Él a la dimensión espiritual desde la cual un día descendió.
Debes saber, amado yo, que a quienes creen en Él y le obedecen, Jesús un día les llevará consigo a la dimensión espiritual en la cual Él reina y les hará semejantes a Él mismo, transformando sus cuerpos físicos mortales, en cuerpos gloriosos e incorruptibles; su Palabra dice:
«Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas» (Filipenses 3:20.21).
Hoy, amado yo, te animo, a recibir al Señor Jesús en tu corazón para amarle y obedecerle, a fin de que un día puedas ir con Él a aquella dimensión espiritual, más allá del sol.