Por: Carlos Ardila.
Amado yo, yo sé bien que todos los seres humanos necesitamos sentirnos aceptados, y encajar dentro de un determinado ambiente o entorno sociocultural, en especial, si en este espacio nos sentimos bien; sin embargo, en pro de dicha aceptación, no renuncies jamás a seguir siendo tú mismo, no pierdas nunca tu esencia, ten presente que quien o quienes intentan moldearte de acuerdo a su parecer, no te aprecian legítimamente por quien eres tú, sino que artificialmente, llegarían a apreciarte por lo que ellos esperan que tú seas.
La Palabra de Dios dice:
«El agua refleja el rostro;
el corazón refleja la persona» (Proverbios 27:19 NVI).
Si tú sabes bien quién eres, no tienes que demostrarle nada a nadie más que a ti mismo.
En aras de ser artificialmente aceptado y valorado, no finjas, ni pretendas ser otra persona, quien realmente te acepta y te aprecia tal cual tú eres, esa persona merece la pena.