Por: Carlos Ardila.
Amado yo, el pasado se ha ido, ya no existe más, si se lo pides, Dios perdonará los errores que has cometido en él.
Si deseas buscar a Dios en el futuro, ten en cuenta que este es tan solo una expectativa, y por ende, incierto, por lo tanto, aprovecha tu presente y recibe hoy a Jesús para obedecerle y asegurar así tu futuro eterno en su presencia.
La Palabra de Dios dice:
«¡Vamos ahora! Los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente, es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece» (Santiago 4:13,14).
«Porque dice:
En tiempo aceptable te he oído,
Y en día de salvación te he socorrido.
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación» (II de Corintios 6:2).
«He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo» (Apocalipsis 3:20).
Puesto que el mañana es incierto, ¿por qué habrías de esperar para entregarle a Dios tu corazón?