Por; Carlos Ardila.
Amado yo, en razón de las circunstancias difíciles que eventualmente nos atraviesan, nos llenamos de angustia y perdemos nuestra paz interior, y es que ninguno de nosotros está exento del dolor; sin embargo, es toda situación temporal, y con la ayuda de Dios la podremos superar, su Palabra dice:
«Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo» (Juan 16:33).
«Has cambiado mi lamento en baile;
Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría» (Salmos 30:11).
Recuerda, como todo en la vida, la dificultad que ahora te aflige, pasará también, y mañana sonreirás de nuevo; estarás bien, te irá bien.