Por: Carlos Ardila,
Amado yo, tú, como todos, trabajas y te esfuerzas por asegurarte un futuro promisorio, próspero y confortable, y aunque no sabes en realidad cuánto tiempo vivirás, el futuro es importante para ti.
Es así, que en función del anhelo de un futuro próspero, dedicas casi todo tu tiempo a su logro; sin embargo, ¿qué es el tiempo de la vida presente si le comparas con la eternidad?
La Palabra de Dios dice:
«Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?» (Mateo 16:26).
Trabaja, no solo por tu futuro en este mundo, sino además por tu futuro eterno.