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lunes, 23 de septiembre de 2024

ARROGANCIA / PENSAMIENTO CRISTIANO

 
ARROGANCIA

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, ten cuidado con algunas actitudes, tú has sido muy bendecido por el Señor, recuerda bien quién eres y de donde vienes, consérvate humilde.

 

 

Circunstancialmente, en la vida, casi todos tenemos nuestras altas y nuestras bajas, puede ser que un día estemos arriba, en la cresta de la ola, y que al día siguiente, la vida nos lleve de la cresta, las situaciones de la vida son cambiantes.

 

 

Estar hoy en posesión de algunos bienes materiales, y disfrutar de una buena posición social, no debería hacer sentir a nadie superior, para subestimar a los demás y mirarles altivamente y con desprecio.

 

 

En lugar de pensar y de actuar con arrogancia, seamos humildes cuál fuera nuestro Salvador.

 

 

La Palabra de Dios dice:

 

 

«Antes del quebrantamiento es la soberbia,

Y antes de la caída, la altivez de espíritu» (Proverbios 16:18).

 

 

«Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes» (Santiago 4:6).

 

 

VELAR / PENSAMIENTO CRISTIANO

VELAR

 

 Por; Carlos Ardila.

 

Amado yo, así como debe un soldado estar vigilante, a fin de evitar ser emboscado por el enemigo, debemos tú y yo estar siempre atentos al ataque continuo de nuestro enemigo, el diablo.

 

 

Astucia y persistencia, caracterizan a nuestro enemigo, quien una y otra vez intentará atacarnos, procurando hallarnos distraídos y en consecuencia vulnerables.

 

 

La Palabra de Dios dice:

 

 

«Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario, el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar» (I de Pedro 5:8).

 

 

«Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil» (Mateo 26:41).

 

 

 

«Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes» (Efesios 6:10-12).

 

 

¡No bajemos la guardia!

EN CONSTRUCCIÓN / PENSAMIENTO CRISTIANO

 
EN CONSTRUCCIÓN

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, en el aspecto espiritual de nuestras vidas, somos tú y yo, obras en un proceso continúo de construcción, que a diferencia de un edificio material, no terminaremos de ser edificados.

 

 

El proceso permanente de la construcción de nuestra vida espiritual exige el cimentarla sobre el Señor, y establecer los firmes pilares de la fe y la sabiduría que la sustenten, y hacer uso de la Palabra de Dios, como el mejor material para nuestra edificación.

 

 

Mientras avancemos en el proceso continúo de nuestra edificación espiritual, fallaremos, pero no hemos de abandonar, caeremos, pero nos levantaremos fortalecidos y aleccionados por la experiencia adquirida, y por sobre todas las cosas, al avanzar, siempre hemos de aprender.

 

 

 

La Palabra de Dios dice:

 

 

«Con sabiduría se edificará la casa,

Y con prudencia se afirmará» (Proverbios 24:3).

 

 

 

MISIÓN POSIBLE / PENSAMIENTO CRISTIANO

MISIÓN POSIBLE

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, quizás, alguna vez, alguien, al no cumplir con un determinado compromiso, te haya ofrecido una excusa, cierta o no, para justificar ante ti su incumplimiento.

 

 

Eventualmente, una falsa excusa, es empleada a manera de recurso para eludir una cierta responsabilidad, y quedar bien quien la ofrece ante alguien más frente al cual el dador de la excusa desea justificarse, constituyendo así la excusa un elemento de engaño que esconde tras de sí la irresponsabilidad, o la falta de seriedad y de compromiso. Es así, que a través de una excusa, algunas personas le mienten a los demás, y lo que es peor, se mienten así mismos, autojustificando sus faltas.

 

 

Ante el desafío de vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, algunas personas se excusan, argumentando la imposibilidad de hacerlo, debido a la debilidad de la carne; sin embargo, ¿nos pediría el Señor hacer algo imposible? ¿Nos asignaría Él injustamente una misión imposible de ser llevada a cabo? Desde luego que no; su Palabra dice:

 

 

«No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar» (I de Corintios 10:13).

 

 

Amado yo, el vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, y conservarnos puros del mundo, es ciertamente una misión posible, y no se admite excusa alguna ante ello.

 

 

¿O tendrás tú una? 

LA IGLESIA PERFECTA / PENSAMIENTO CRISTIANO

LA IGLESIA PERFECTA

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, hoy de nuevo debo confrontarte, y lo haré con amor y consideración, espero que me escuches, y que mis palabras no te hieran, sino que te muevan a la reflexión.

 

 

Te he escuchado decir que sigues en busca de la iglesia perfecta, aquella en la cual los miembros sean perfectos, y en la que el predicador sea perfecto, una en la que todo funcione de manera perfecta.

 

 

Ahora, y si acaso la encuentras, siendo tú lo imperfecto que eres, ¿crees que serías admitido en ella? ¿Te dejarían entrar para romper tú con tu imperfección, su perfección?

 

 

Amado yo, por tu bien, has tú de entender que quienes asisten a una iglesia, son personas imperfectas en busca de su superación espiritual, y que no se va a la iglesia para observar con ojos críticos y judiciales a los demás, sino a fijar cada uno su mirada en el perfecto Dios de amor, cuya Palabra dice:

 

 

«¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano» (Mateo 7:3-5).

 

 

«Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios» (Hebreos 12:1,2).

 

 

Amado yo, en el amor de Dios, espero que cambies de actitud, y que te congregues para seguir al Señor, y crecer espiritualmente con las demás personas imperfectas, que como tú, también imperfecto, desean superarse.

 

MÁS O MENOS / PENSAMIENTO CRISTIANO

 
MÁS O MENOS

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, quizás has oído decir que Natalia está levemente embarazada, que Juan ama a medias a su esposa, que Pedro está más o menos comprometido con su trabajo, que Francisco a veces hace su tarea del colegio.

 

 

Ahora, biológica, amorosa, laboral y académicamente, ¿te resultan razonables y aceptables las anteriores afirmaciones?

 

 

¿Puede alguien decir que es más o menos cristiano y amar al Señor a medias? ¿O estar más o menos comprometido con guardar sus mandamientos? ¿O asistir a la iglesia solo de cuando en cuando? Seguramente que sí, pero, ¿agradará con tal actitud al Señor?

 

 

La Palabra de Dios dice:

 

 

«Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca» (Apocalipsis 3:15,16).

 

 

En cuanto a ti, amado yo, ¿cuál es tu nivel de compromiso con el Señor?

 

EL SERMÓN DEL DIABLO V / PENSAMIENTO CRISTIANO

 EL SERMÓN DEL DIABLO V

 

HIPOCRESÍA

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, en su sermón y a través de ideas y de argumentos humanos, el enemigo te dice:

 

 

Puedo entender que creas en Dios, lo que realmente me parece absurdo, es que asistas a una iglesia llena de hipócritas, mejor harías si te quedas en casa, Dios está en todas partes, y Él sabe que deseas asociarte solo con personas sinceras y honestas como tú.

 

 

Ahora, lo que el enemigo, hipócritamente, no te dice es que:

 

 

Deberías irte lejos para vivir en el bosque como un ermitaño, ya que el mundo está lleno de personas hipócritas, y los encuentras en el colegio, la universidad, el trabajo, el casino, la discoteca, el estadio, en la política, en las instituciones y en todas y cada una de las esferas de la vida social en general.

 

 

¿Sabes qué, en su hipocresía, el diablo se disfraza como un ángel de luz, y sus ministros como siervos de la justicia? La Palabra de Dios dice:

 

 

«Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras» (II de Corintios 11:14,15).

 

 

¿Te dejarás influir por el enemigo? ¿Tendrás por sabiduría y verdad su hipocresía?

 

EL SERMÓN DEL DIABLO IV / PENSAMIENTO CRISTIANO

 
EL SERMÓN DEL DIABLO IV

 

DISTORSIÓN

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, en su sermón y a través de ideas y de argumentos humanos, el enemigo te dice:

 

 

No te dejes confundir, yo te ofrezco libertad y felicidad, y, en cambio, la religión te reprime y te esclaviza llenándote de prohibiciones. ¿Te has fijado en tu antiguo mejor amigo, al que tú dejaste para hacerte cristiano?

 

 

Él no es esclavo de la religión y vive más feliz que un perro con dos colas.

 

 

Él no ve pornografía, sino entretenimiento para adultos, y es que quienes producen esta clase de vídeos, no desean influir a nadie para el mal, ellos son honorables creadores de contenidos, útiles para hacer felices a quienes los ven.

 

 

Él no le paga a alguien que se prostituye, desnudándose ante una cámara, sino que generosamente, como la buena persona que es, recompensa el digno y honorable trabajo de los profesionales del entretenimiento.

 

 

Él no es un borracho, es un hombre bueno y decente, quien para relacionarse socialmente, relajarse y desinhibirse un poco, se toma cada día algunos tragos.

 

 

Él no es un drogadicto, sino una persona alegre que consume algunas substancias de uso recreativo.

 

 

¡El mundo ha cambiado! ¡Abre ya tus ojos! ¡Vive libre y serás feliz!

 

 

Ahora, ¿oirás tú al enemigo? ¿Creerás a sus mentiras?

 

 

La Palabra de Dios dice:

 

 

«Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creen» (Juan 8:44,45).

 

 

«¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!» (Isaías 5:20).

 

EL SERMÓN DEL DIABLO III / PENSAMIENTO CRISTIANO

 EL SERMÓN DEL DIABLO III

 

LIBERTINAJE SEXUAL

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, en su sermón y a través de ideas y de argumentos humanos, el enemigo te dice:

 

 

¿Y qué es esa ridiculez, la de llegar virgen al matrimonio? ¿Qué nunca te dijeron que hay que probar bien el auto antes de comprarlo?

 

 

¿Y qué es aquella mojigatería, la de hombre y mujer los hizo Dios? ¡Abre tus ojos, el mundo ha cambiado! ¡Tu identidad de género la defines tú mismo según tu preferencia!

 

 

Y además, ¿qué ideas absurdas y mojigatas son aquellas, las de la monogamia y la fidelidad conyugal? Si tener intimidad con unos y con otros, no es promiscuidad, no puede ser malo nada de lo que tú hagas con amor, ¿no dice acaso la Biblia que Dios es amor?

 

 

En contraposición a lo anterior, el Dios de amor te dice a través de su Palabra:

 

 

«Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría» (Colosenses 3:5).

 

 

Aunque tristemente en el mundo algunas cosas cambian, la Palabra de Dios no lo hace y permanece para siempre (I de Pedro 1:25).

 

 

¿Oirás tú al enemigo? ¿O escucharás mejor a Dios?

 

 

 

EL SERMÓN DEL DIABLO II / PENSAMIENTO CRISTIANO

EL SERMÓN DEL DIABLO II

 

DESCANSA Y DISFRUTA

 

Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, en su sermón y a través de ideas y de argumentos humanos, el enemigo te dice:

 

 

Está bien que creas en Dios, pero la vida es solo una y tienes que disfrutarla.

 

 

¿Qué es eso de ir a la iglesia en dónde los hipócritas se quedan con tu dinero? ¿No es suficiente ya con qué madrugues cada día hábil de la semana para ir a trabajar y a estudiar? ¡Pobrecito de ti! ¡Descansa un poco el domingo! ¡Dios puede entender lo cansado que estás! El domingo es tu único día libre, duerme hasta tarde en la mañana, y luego ve y diviértete con tus amigos, tú te lo mereces, tómate unos tragos, ve al casino, talvez hoy sea tu día de suerte.

 

 

Ahora, ¿qué te dice quién te concede cada uno de los segundos de tu vida, hasta que ya no te dé ni uno solo más?

 

 

«No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca» (Hebreos 10:25).

 

 

Si la iglesia no fuera tan importante, ¿la habría pensado y establecido nuestro Salvador? (Mateo 16:18).

 

 

¿Oirás tú al enemigo? ¿O escucharás mejor a Dios?

 

 

EL SERMÓN DEL DIABLO I / PENSAMIENTO CRISTIANO

 

EL SERMÓN DEL DIABLO I

 

ERES TAN JOVEN

 

Por: Carlos Ardila.

 

 

Amado yo, en su sermón y a través de ideas y de argumentos humanos, el enemigo te dice:

 

 

¡Eres tan joven! ¿Qué ridiculez es esa, la de ir a la iglesia, si es qué Dios está en todas partes? ¡Abre tus ojos, la religión y su esclavitud es cosa de viejos!

 

 

El mundo ha cambiado, la vida es solo una y tienes que disfrutarla, ¿te acuerdas del ladrón arrepentido al que Jesús le perdonó en el último instante? ¿No lo hará contigo también y con todos los demás?

 

 

Pero en contraste, Dios te dice:

 

 

«Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento» (Eclesiastés 12:1).

 

 

Recuerda, un día, todos nosotros, deberemos darle cuenta a nuestro Hacerdor por nuestra conducta.

 

 

¿Oirás tú al enemigo? ¿O escucharás mejor a Dios?

PARECIDO / PENSAMIENTO CRISTIANO

 
PARECIDO

 

Por: Carlos Ardila. 

 

Amado yo, según dicen, tú al nacer, eras un bebé precioso, y muy parecido a tu padre, y yo ciertamente así lo creo.

 

 

Cuando nace un bebé, generalmente, quienes le ven, empiezan a buscar similitudes físicas entre él y sus padres, y dicen cosas tales como: Es idéntico a su padre, o tiene los ojos de su madre.

 

 

Ahora, en el sentido estrictamente espiritual, siendo tú y yo creaciones auténticas y originales de nuestro Padre Dios, deberíamos reflejar nuestra similitud con Él, caracterizándonos una conducta que se corresponda con los principios y los valores éticos y morales que nos transmite su Palabra; Él, en ella nos dice:

 

 

«Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro» (I de Juan 3:2,3).

 

 

Un día, si somos obedientes al Señor, tú y yo, seremos transformados y recibiremos un cuerpo espiritual semejante a suyo (Filipenses 3:20,21), para ello, será indispensable, que como Dios es puro, nosotros lo seamos también en toda nuestra manera de vivir.

 

 

Qué al observar tu conducta, puedan los demás afirmar, que tú eres realmente muy parecido a tu Padre Dios.

 

 

 

PIENSA LO QUE DICES / PENSAMIENTO CRISTIANO

 
PIENSA LO QUE DICES

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, yo sé que deseas ser una mejor persona, y que te esfuerzas en ello, te conozco muy bien, y sé también que a veces, como todos, tú te enojas.

 

 

En momentos de enojo, o simplemente por imprudencia, algunas personas se apresuran a decir palabras hirientes y ofensivas, lastimando a los demás, y aunque luego se disculpen, no logran reparar el mal ni mitigar el dolor que sus palabras han causado.

 

 

Ahora, enfadado o no, ¿deberías tú decir siempre lo qué piensas acerca de los demás? ¿O sería mejor callar y guárdalo en tu corazón si acaso no fuera positivo?

 

 

La Palabra de Dios dice: «Tiempo de callar, y tiempo de hablar» (Eclesiastés 3:7).

 

 

«Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios» (Santiago 1:19,20).

 

 

«Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo» (Santiago 3:2).

 

 

Recuerda, el hombre necio dice todo lo que piensa, pero el hombre sabio, piensa todo lo que dice.

 

GOZO / PENSAMIENTO CRISTIANO

GOZO

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, según nos lo informa la Palabra de Dios, el gozo, es una de las más importantes cualidades espirituales que nos deben distinguir (Gálatas 5:22).

 

 

El gozo, caracterizado por la actitud alegre al encarar las diversas circunstancias de la vida, se encuentra cuando conocemos a Dios, y se conserva y crece, en la medida en la cual aumenta nuestro conocimiento espiritual.

 

 

Contrarias a la actitud alegre al enfrentar las variadas situaciones de la vida, la angustia y la amargura, no nos ayudan a resolver nuestras eventuales dificultades, pero, en cambio, sí afectan nuestra salud mental y desmejoran nuestra salud corporal.

 

 

La Palabra de Dios dice:

 

 

«La congoja en el corazón del hombre lo abate;

Mas la buena palabra lo alegra» (Proverbios 12:25).

 

 

«El corazón alegre constituye buen remedio;

Mas el espíritu triste seca los huesos» (Proverbios 17:22).

 

 

Por tu salud física y mental, procura vivir cada uno de tus días en el gozo del Señor, nuevamente su Palabra dice:

 

 

«Este es el día que hizo Jehová;

Nos gozaremos y alegraremos en él» (Salmos 118:24).

 

 

QUISIERA / PENSAMIENTO CRISTIANO

 
QUISIERA

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, yo sé bien que tú deseas ser próspero en el área material de tu vida, y ya en varias oportunidades te he escuchado decir:

 

 

Quisiera tener una gran suma de dinero.

 

 

Quisiera poseer una inmensa mansión, en el barrio más exclusivo de la ciudad.

 

 

Quisiera ser el dueño de por lo menos dos vehículos, un auto y una camioneta, ambos automáticos y modelos del último año.

 

 

Quisiera, quisiera, quisiera.

 

 

Y, por supuesto, si te lo propones, bien puedes obtener cada una de estas cosas. Ahora, quisiera además escucharte decir:

 

 

Deseo enfocarme en mi superación espiritual.

 

 

Deseo comprometerme más con el Señor y vivir de acuerdo a su voluntad.

 

 

Deseo ser un buen ejemplo para los demás, en especial, para aquellos a quienes más amo.

 

 

Y, desde luego, sí, realmente lo deseas, lo puedes hacer.

 

 

La Palabra de Dios dice:

 

 

«No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón» (Mateo 6:19-21).

 

 

Por sobre las cosas materiales, que naturalmente son importantes, pero que son temporales, procura priorizar las cosas espirituales, ya que estas, a diferencia de las materiales, poseen un valor permanente, que trasciende a este mundo. No me cabe duda de que puedes hacerlo.

 

 

MANSEDUMBRE Y PAZ / PENSAMIENTO CRISTIANO

MANSEDUMBRE Y PAZ

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, yo sé bien que hay en tu entorno, algunas personas con las cuales se te hace difícil relacionarte, debido a su continua predisposición al conflicto, quienes con sus actitudes provocadoras, eventualmente colman tu paciencia.

 

 

Pero, has de saber, que si acaso alguien se pelea con un cerdo, revolcándose con él en el fango, ambos se ensuciarán, pero el cerdo lo disfrutará. No caigas en las provocaciones de quienes, agresivos y violentos, andan buscando discusiones y peleas, ten presente, cuán fácilmente podrías arruinarte la vida en un momento de enojo y de exaltación emocional; recuerda que a mansedumbre y paz nos llamó el Señor, su Palabra dice:

 

 

«Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres» (Romanos 12:18).

 

 

DESDE MÁS ALLÁ DEL SOL / PENSAMIENTO CRISTIANO


DESDE MÁS ALLÁ DEL SOL

 

 Por: Carlos Ardila.

 

Amado yo, has de saber, que desde un lugar inmaterial y distante, desde una dimensión espiritual, cuya localización exacta desconocemos, alguien te observa con amor, Él es el Señor y el Creador del universo, su Palabra dice:

 

 

«Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,

Y los cielos son obra de tus manos» (Hebreos 1:10).

 

 

Él es además nuestro Hacedor, su Palabra dice:

 

 

«Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó» (Génesis 1:27).

 

 

Él es omnipresente, está cerca de ti y te ve a cada instante, Él es omnisciente, y lo sabe todo acerca de ti, como nadie, seguro aún mejor que tú mismo, Él te conoce y te entiende. Él, un día descendió a nuestra dimensión, y haciéndose hombre, se ofreció a sí mismo por ti en sacrificio, murió por ti en la cruz, fue sepultado y resucitó para regresar a su morada celestial, y su deseo es llevarte un día con Él a la dimensión espiritual desde la cual un día descendió.

 

 

Debes saber, amado yo, que a quienes creen en Él y le obedecen, Jesús un día les llevará consigo a la dimensión espiritual en la cual Él reina y les hará semejantes a Él mismo, transformando sus cuerpos físicos mortales, en cuerpos gloriosos e incorruptibles; su Palabra dice:

 

 

«Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas» (Filipenses 3:20.21).

 

 

Hoy, amado yo, te animo, a recibir al Señor Jesús en tu corazón para amarle y obedecerle, a fin de que un día puedas ir con Él a aquella dimensión espiritual, más allá del sol.